Proporcionará datos muy valiosos sobre la Luna y el Sistema Solar. El INTA también será clave en el regreso a la Tierra en el mes de junio
Hoy miércoles la sonda Chang’e-6, nombrada así en honor a la diosa lunar china, ha entrado en órbita alrededor de nuestro satélite. El lanzamiento se ejecutó el pasado 3 de mayo desde el Centro de Lanzamiento de Satélites que la Administración Nacional del Espacio de China (CNSA) tiene en Wenchang, en la isla Hainan. En él desempeñaron un papel muy importante el Centro Espacial de Canarias del INTA (Maspalomas) y la estación de seguimiento de Kourou (Guayana Francesa) de la Agencia Espacial Europea.
La labor del INTA en el lanzamiento ha sido clave, pues además de dar soporte durante el mismo, antes del despegue el Segmento Terreno de Maspalomas y el Departamento de Programas Espaciales del INTA llevaron a cabo rigurosas pruebas para garantizar el correcto funcionamiento de los sistemas de la nave. Esta batería exhaustiva de pruebas incluyó entrenamientos y simulacros de posibles fallos durante las operaciones, demostrando el alto nivel de compromiso del INTA con la misión Chang’e-6, del mismo modo que hizo en la anterior, Chang’e-5, lanzada en diciembre de 2020.
Chang’e-6 tiene previsto alunizar en la Cuenca Aitken-Polo Sur, una de las características geológicas más prominentes y grandes de la Luna que es, en realidad, un enorme cráter de impacto. Con un diámetro de aproximadamente 2.500 kilómetros y una profundidad de unos 13 kilómetros, es una de las mayores cuencas de impacto conocidas en el Sistema Solar. La exploración de esta región proporcionará valiosos datos sobre la historia temprana de la Luna y, por extensión, sobre la del Sistema Solar.
De acuerdo con el calendario previsto, el próximo 25 de junio la misión Chang’e-6 regresará a la Tierra y la estación de Maspalomas volverá a desempeñar un papel fundamental, ofreciendo soporte de Telemetría, Seguimiento y Comando (TTC) durante la reentrada.