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Presentación
Según la teoría de la relatividad, toda masa curva el espacio que está a su alrededor. Un rayo de luz que pase cerca se desvía por esa deformación. En un agujero negro, la curvatura del espacio se convierte en un auténtico pozo del que no puede salir ni la luz.
En esta actividad se hace un modelo físico de esa curvatura con una malla elástica.
¿Qué sabemos sobre los agujeros negros?
Según la teoría de la relatividad, toda masa curva el espacio que está a su alrededor. Un rayo de luz que pase cerca se desvía por esa deformación. En un agujero negro, la curvatura del espacio se convierte en un auténtico pozo del que no puede salir ni la luz. En ellos la velocidad de escape en su superficie es mayor que la velocidad de la luz, por lo que ningún rayo luminoso puede escapar de él. De ahí su nombre.
¿Qué necesitamos?
-malla elástica para fijación de apósitos, tamaño grande. Se venden en las farmacias (p. ej. Marca tubifix) -esfera metálica o cualquier otro cuerpo pesado -canica ligera
¿Cómo se hace?
Corta unos 40 cm de la malla elástica. Si es tubular, córtala a lo largo de un lado para hacerla plana.
Con la ayuda de varios compañeros, estira la malla hasta que quede bastante tensa. Representa el espacio en dos dimensiones.
Haz que ruede por encima la canica ligera: su trayectoria es rectilínea, como la de un rayo de luz al viajar por el espacio.
Deposita un objeto pesado: la mallatensa se deforma. Si haces rodar rápido la canica cerca de la masa, su trayectoria se dobla por la deformación de la malla, como lo hace la luz al pasar cerca de un objeto masivo, que deforma el espacio a su alrededor.
Si esa masa se concentrase mucho,la curvatura de la malla aumentaría y se podría producir una especie de “pozo”, del cual no sería capaz de salir una canica que entrara en él. Es lo que ocurre con los agujeros negros: su gravedad deforma tanto el espacio que la luz o cualquier otro objeto no puede salir de él.