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Las botas de esquí son similares a las de los trajes espaciales, permiten flexionar el pie sin distorsión y aportan apoyo y control. Fotografía: Edwin Aldrin en su paseo lunar en la Misión Apollo 11. NASA |
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Tal vez una buena manera de entender la importancia de la protección proporcionada por un traje espacial sea pensar, por un momento, qué te pasaría si dieras un paseo por la Luna sin él:
La falta de oxígeno te dejaría inconsciente en 15 segundos.
La baja o nula presión atmosférica haría hervir la sangre y otros fluidos corporales. Como consecuencia de ello, la piel, el corazón y otros órganos internos se expandirían.
Quedarías sometido a variaciones extremas de temperatura. A la luz solar sufrirías temperaturas de 120ºC, y a la sombra soportarías un frío de -100ºC.
Estarías expuesto a la radiación procedente del Sol.
Recibirías el impacto directo de diminutas partículas de polvo interestelar que viajan a grandes velocidades.
Un traje espacial crea en su interior un ambiente similar al terrestre, y permite la movilidad del astronauta. Para ello, los trajes espaciales proporcionan:
Una atmósfera presurizada: dentro del traje el aire alcanza presión suficiente para mantener los fluidos corporales en estado líquido, evitando que hiervan.
Aporta oxígeno y elimina el CO 2 : los trajes espaciales proporcionan oxígeno puro. Esto es necesario, ya que debido a la baja presión, el uso de aire normal daría lugar a bajas concentraciones de oxígeno en la sangre. Por otro lado, el traje proporciona mecanismos para limpiar el aire, retirando el CO 2 producido en la respiración.
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Los trajes de los bomberos son resistentes al fuego, su tela fue diseñada para la confección de los trajes espaciales. Fotografía: Ed White en su paseo espacial en la misión Gemini 4. NASA |
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Una temperatura regulada: para hacer frente a las temperaturas extremas del espacio exterior, los trajes espaciales están fuertemente aislados con tejidos especiales como el neopreno o el goretex, estando, además, recubiertos con capas especiales que reflejen la luz solar. Por otro lado, el cuerpo del astronauta genera calor, especialmente cuando desarrolla tareas que requieren un esfuerzo físico; en estas condiciones, el calor y el sudor liberados pueden convertir el traje en una sauna, por lo que es importante disponer de un sistema que refrigere su interior. Esto se puede conseguir haciendo circular aire fresco, o bien mediante conductos por los que circula agua refrigerada.
Protección contra micrometeoritos: para conseguir este objetivo los trajes espaciales disponen de varias capas de telas resistentes, como el Dacron o el Kevlar. Estos materiales, además, evitan que se produzcan desgarros en el caso de quedar enganchados en una arista o superficie puntiaguda.
En definitiva, los trajes espaciales crean en su interior una atmósfera similar a la terrestre, es decir, nos proporcionan oxígeno, eliminan el CO2 y, regulan la temperatura y la presión.
Coge una botella de gaseosa y abrela. Observa la multitud de burbujas que se forman dentro de la botella cuando la abres por primera vez.
Consigue un trozo de tela negra y otro de tela blanca, cuélgalos al sol. Comprueba con el tacto como su temperatura es distinta.