Para entender el funcionamiento de un microondas, una de las cosas que tenemos que entender es ¿qué supone aumentar la temperatura de una sustancia?
La materia está formada por átomos, y éstos se agrupan en moléculas. Con la temperatura medimos la agitación de estas moléculas, es decir, la velocidad con la que oscilan o se mueven de un lado a otro dentro de la materia. Cuanto más temperatura tiene un cuerpo o más se calienta la materia, más rápida es esta agitación. Podríamos imaginar qué es la temperatura estableciendo un símil entre las moléculas de un cierto cuerpo y un salón en el que se está bailando. Un cuerpo frío tendría su equivalente en un baile lento: las personas se mueven pausadamente, de un lado a otro. Un cuerpo caliente, en cambio, tendría su analogía en un salón donde las personas están bailando rock and roll y, realizan movimientos más agitados, sin alejarse mucho del mismo sitio.
Calentar algo equivale, por lo tanto, a hacer que las moléculas vibren o se muevan u oscilen más rápidamente.
Otro hecho que hay que tener en cuenta para entender el funcionamiento de un microondas es la acción de las microondas sobre los cuerpos que cocinamos. En un horno convencional, el calor puede llegar al alimento que estamos calentando de dos formas:
A través del aire caliente que lo envuelve, calentándolo de fuera hacia dentro.
Por medio de una radiación muy fuerte de tipo infrarrojo, que normalmente es producida por una resistencia que calienta la parte superior del alimento, al igual que el sol nos calienta. En este caso, el calor se transmite desde la parte superior hacia el interior del alimento, de forma que poco a poco se va perdiendo el agua que contiene el alimento en su parte exterior y se traslada el calor al interior, cocinándose el alimento. Por ello, las cosas cocinadas de esta manera están crujientes.
En un microondas el efecto es diferente. Para empezar no existe nada caliente en el exterior que cocine el alimento, sino que la energía de las microondas se genera directamente, en el interior del alimento. Por así decirlo, los alimentos que normalmente cocinamos en el microondas son ligeramente trasparentes a las microondas. Éstas llegan a su interior y, a medida que se van propagando por el alimento, lo calientan.
Ya sabemos que las microondas penetran en los alimentos y los calientan, pero ¿de qué modo los calientan? Las microondas hacen oscilar, vibrar, las moléculas del agua, los azúcares y ciertas grasas. De todas las sustancias que componen un alimento, la más activa es el agua. Las microondas agitan a las moléculas de agua, las hacen rotar rápidamente de un lado para otro, a una velocidad tremenda (unos 2.400 millones de veces por segundo) y, en ese movimiento de giro rápido, las moléculas de agua chocan con las que hay en su entorno y les van comunicando energía, pero desordenada, con lo cual se produce un aumento de temperatura.
Un símil parecido sería el de frotar una mano contra otra rápidamente. La energía del movimiento se trasforma en esa "energía desordenada" que es el calor.
Por último, lo que nos podemos plantear es ¿por qué las moléculas de agua vibran o se agitan en presencia de las microondas? Es decir, ¿cómo una onda electromagnética, que es lo que es una microonda, propaga la energía?
Unas ondas que podemos visualizar con facilidad son las que, por ejemplo, se propagan cuando una piedra cae al agua. Cuando en un estanque con hojas o ramas dejamos caer una piedra se produce una perturbación, es decir, una onda en la superficie. Aunque el agua no se desplaza, no se mueve de un sitio para otro, lo que sí se desplaza es esa perturbación, esa energía que hace que, a una cierta distancia, la ramita o la hoja se muevan de arriba hacia abajo.
Una onda es una manifestación de la energía, en la cual ésta se propaga de un sitio para otro sin que realmente haya un transporte de materia. Cuando se arroja una piedra a una ramita, la piedra mueve la rama materialmente. Pero cuando se arroja una piedra al agua y se genera una perturbación, lo que mueve la rama no es un objeto sino la energía que se propaga.
Una vez que tenemos clara la idea de que la energía se puede propagar como oscilación, como una onda, lo siguiente es entender cómo un campo magnético puede ser el medio en el cual se propague esta energía en forma de onda. Experimentarlo es muy sencillo. Basta con poner un imán sobre una mesa y desde abajo mover otro imán de un lado para otro. El imán que se encuentra sobre la mesa responde a esas oscilaciones del imán que estamos moviendo por abajo. No hay materia que se esté moviendo o que esté chocando con el imán de arriba; la energía de nuestro movimiento es la que pasa del imán que se encuentra debajo al que está encima. Demostramos, así, que los campos eléctricos y los campos magnéticos pueden trasmitir energía.
Las ondas electromagnéticas son, a fin de cuentas, oscilaciones en un campo magnético similares a las oscilaciones que la piedra produce en el agua. ¿Qué es lo que sucede? Que las moléculas de agua se comportan como pequeños imanes. Es lo que se llama moléculas polares: tienen un polo positivo y uno negativo. En este caso no son fuerzas magnéticas sino eléctricas, pero de comportamiento similar.
Las ondas electromagnéticas son oscilaciones del campo eléctrico y magnético que hacen que la molécula vibre del mismo modo que los imanes del ejemplo anterior. De esa manera, a través de esas oscilaciones electromagnéticas, nuestras moléculas absorben la energía de las ondas y las van trasformando en calor. Ese es el fundamento del microondas.
Por tanto, las ideas que ya tenemos claras son:
Que las microondas son ondas electromagnéticas que trasmiten energía.
Que las moléculas de agua son pequeños imanes que sienten esas oscilaciones del campo magnético producidas por las microondas.
Que al sentir esas oscilaciones se agitan y hacen vibrar a las otras moléculas y que, precisamente esa vibración, ese aumento de energía oscilatoria en las moléculas del alimento, es precisamente el calor.
La otra idea a tener en cuenta es que, como resultado de la capacidad de las microondas para penetrar, al menos parcialmente, en el alimento, ese calor no se produce como sucede en los hornos convencionales en la superficie, sino que se va a producir en el interior del alimento. Esto hace que el cocinado sea muy rápido, porque toda la energía se libera en el alimento. Es rápido, además, porque se libera de modo uniforme por todo el alimento, es decir, el calor no tiene que pasar desde el exterior al interior, sino que se genera en el interior del propio alimento.
Este efecto de calor repartido uniformemente por todo el alimento explica por qué los alimentos cocinados con microondas tienen ese aspecto crudo y un poco húmedo a veces. Realmente lo que sucede es que el calor generado dentro hace que el agua prácticamente se evapore o hierva desde el interior al exterior y no se produzca esa capa reseca que da el aspecto crujiente a los alimentos preparados en un horno convencional.
¿Por qué tienen los microondas un plato giratorio?
La razón de este plato giratorio está en que las microondas no tienen una intensidad uniforme dentro del horno microondas, se producen lo que se llama interferencias constructivas o destructivas. Es decir, en algunos lugares las ondas electromagnéticas se intensifican y en otros se debilitan. Eso hace que si depositamos un alimento en un microondas sin que se mueva dentro, haya lugares donde la cocción es muy rápida y en otros muy lenta, y, por tanto, se produce una cocción desigual. El plato giratorio neutraliza ese efecto y hace que la cocción sea uniforme en todo el alimento.