ADN de autor

Cualquier Organización que se precie ha de estar sustentada por la interacción con especialistas. El experto es elemento indispensable en los procesos desarrollo de políticas, toma de decisiones, planificación estratégica, evaluación de líneas y proyectos de investigación, y desde luego en cualquier materia que sea propia de su especialización. Sin expertos las organizaciones no podrían avanzarse de manera consistente.

La Inteligencia Corporativa, consciente de la importancia del capital intelectual en las organizaciones, desarrolla técnicas para la identificación precoz y su catalogación sistemática. Desde finales de los 90 trabajamos en procedimientos para identificar los mejores expertos en determinadas áreas. En las presentaciones y artículos del repositorio pueden verse distintos ejercicios y ‘productos’ en este sentido. Destacan la “ficha de autor”, los índices de autoría o “Factor T” (publicación en Scientometrics), y el ADN de autor.

Denominamos ADN de autor a la visualización que resulta de ver los trabajos de un autor a través de su proyección en una taxonomía. Esto es: un clasigrama aplicado al trabajo científico-tecnológico de un experto. Esta técnica se empleó en la identificación de expertos “complementarios” de cara a la formación de paneles de especialistas. En particular, se muestran los clasigramas de siete expertos españoles en el campo de la nanotecnología y el magnetismo. En la tabla se detalla el grado de coincidencia entre los mismo. De cara a montar un panel, si lo que se busca es la complementariedad hay que tender a que estos grados de coincidencia entre sus ADN sean lo más bajos posibles. Nótese que en el caso del autor 1 y el 3 hay una similitud de más del 50%. Al investigar la relación se vio que uno había dirigido el doctorado al otro ¿querríamos a los dos en el mismo panel?