Si se piensa en los datos en abstracto, podríamos suponer que el conjunto de todos ellos constituye un gran universo, de límites inimaginables y en constante expansión: el universo de los datos. Nuestras técnicas de Inteligencia Corporativa no están concebidas para tratar directamente con los datos de este universo. Están diseñadas para abordar datos contenidos en las bases de datos de información estructurada, cuyo conjunto constituye nuestro universo de información y es el punto de punto de partida para la Inteligencia Corporativa que desarrollamos. Este mini universo está compuesto por repertorios de documentación científico-tecnológica de registros de diferente tipología documental: artículos de revistas, libros, actas de congreso, tesis doctorales, patentes, informes, etc.
Cuando se nos plantea una acción de Inteligencia Corporativa el primer paso consiste en identificar y extraer la información relevante para agruparla en un repositorio temático. El siguiente paso está asociado al uso de una taxonomía para clasificar la información y agruparla en lo que denominamos repositorio pre-cognitivo. Su característica principal radica en que cada dato, aparte de estar en el contexto de un registro, lleva asociados códigos de clasificación de la taxonomía quedando convertido en un metadato pre-cognitivo. Estos metadatos son los que nos facilitarán la representación de la información con técnicas de Analítica Visual y su posterior análisis y asimilación de la información.
Si la taxonomía ha sido desarrollada a la carta, la extracción, la representación y el análisis de la información serán mucho más productivos, tal y como iremos viendo a lo largo de los siguientes apartados.