El Departamento de Sistemas de Armas y Balística de la Subdirección de Sistemas Terrestres ha participado en el Proyecto Ares, realizando una serie de ensayos para evaluar la capacidad de protección de prendas frente a impactos en explosiones.
Las pruebas consisten en ensayos de proyección de fragmentación respecto de unos maniquís vestidos con estas prendas, mediante un cañón de aire comprimido sobre muestras de tejidos, así como ensayos de detonación en plaza balística con una carga conformada. Estos últimos, con explosivo real, son los que mejor reproducen la realidad a la que se enfrentan estos uniformes y para la que están especialmente diseñados. Primero, los uniformes reciben la onda de choque de la explosión que tensa el tejido y acto seguido, el alcance de los fragmentos que perforan el tejido, incrustándose en un maniquí de gel balístico.
Pruebas de evaluación en uniformes para la protección frente a impactos en explosiones (youTube)
Los nuevos tejidos permitirán dotar a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado de una mayor capacidad de protección en explosiones de proyectiles, granadas de mortero, artefactos terroristas, etc… Esta nueva tecnología está pensada para ser utilizada por unidades militares desplazadas a zonas de conflicto, o simplemente unidades militares y/o policiales antiterroristas y de desactivación de explosivos.
El uniforme de campaña actual es perforado con fragmentos o esquirlas que lo alcanzan a velocidades superiores a los 100 m/s. Los nuevos uniformes en combinación con la ropa interior diseñados por ITURRI necesitan velocidades superiores a los 250 m/s.
El INTA participa en el proyecto desde el año 2019 y su papel en el mismo ha consistido en la búsqueda y desarrollo de tecnologías que permitan simular el entorno de amenaza al que se ven expuestos las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para, de esta manera, evaluar el poder de protección de estos nuevos tejidos y de las prendas que serán utilizadas a posteriori.