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Como anunciamos, y como quizás habéis seguido en diversos canales, el pasado 9 de octubre se pusieron en órbita con un cohete Vega de Arianespace los cubesats de la misión INTA ANSER-Cinclus (o ANSER para calidad de aguas).
De los tres cubesats que forman la misión, dos (los llamados followers) se lanzaron correctamente. Sin embargo, parece que el llamado leader no salió del dispositivo lanzador y quedó atrapado en él, acompañándolo a la fuerza en su reentrada en tierra. Esta unidad iba a realizar labores de coordinación de las otras dos, y en lugar de espectrómetros para tomar datos para el estudio de la calidad de agua llevaba una micro-cámara pancromática para obtener una imagen de referencia (por ejemplo para conocer la distribución de nubes sobre la zona observada, o la extensión de la lámina de agua del embalse a observar). Su primera funcionalidad va a ser reasignada a uno de los dos followers, sin apenas impacto en la misión. La segunda no tiene alternativa, lo que nos complicará un poco más el análisis de los datos de los espectrómetros; pero es un reto que asumimos con confianza en que el resultado será casi tan bueno como estaba previsto. Tenéis más información sobre este tema en el blog del Centro Espacial INTA -Torrejón (CEIT).
Así que la buena noticia es que tenemos dos satélites en órbita, y además en la órbita correcta. Cualquiera puede comprobar que esto es así: nuestros cubesats, como todos los satélites artificiales terrestres, son seguidos por programas de vigilancia de objetos en órbita. Y sus parámetros orbitales publicados en portales web especializados como CelesTrak o Space-Track.
En el caso del primero, se listan actualmente en la lista de objetos provenientes de "last 30 days' launches". Allí los encontramos identificados como ANSER-FLW1 y ANSER-FLW2 (follower 1 y 2 respectivamente). La información se ofrece en forma de Two-Line Elements (TLEs), unos breves mensajes de texto que condensan todos los parámetros orbitales y otra información de interés. Multitud de aplicaciones son capaces de recoger los TLE y convertirlos en datos como posición o velocidad de los satélites. Nosotros hemos usado la librería Skyfield en Python, y hemos generado como ejemplo la traza estimada sobre el terreno de los dos followers cuando se acerquen a una de nuestras zonas test, la localizada junto a la localidad de Barrax (Albacete, España).
Además de saber que están en la órbita prevista, sabemos que se están comunicando correctamente con nuestra estación de control en el CEIT; aunque lógicamente esta comunicación ya no puede seguirse públicamente.
En las próximas semanas nos dedicaremos a completar la verificación del estado de todos los subsistemas, con el objetivo de empezar a obtener datos de teledetección a principios de 2024.