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Es conocido que el metano es un importante gas de efecto invernadero, y que las actividades humanas son una creciente fuente de emisión. En este artículo del servicio CAMS de Copernicus tenéis una buena revisión de esta problemática. (Methane, the omnipresent and elusive “second” greenhouse gas | Copernicus)
El pasado 4 de marzo fue lanzado el satélite MethaneSAT, promovido por un consorcio dirigido por la ONG Environmental Defence Fund. Se trata de un satélite específicamente diseñado para la cuantificación de emisiones de metano mediante espectrometría en la banda centrada en 1.65 micrómetros. MethaneSAT se encuentra actualmente en esa fase de commissioning que tanto nos ocupa y preocupa en el sector, y que esperamos sea completada con éxito.
La localización y cuantificación de emisiones de metano se ha convertido en un objetivo importante de las misiones de observación de la Tierra. Existen por supuesto misiones de vocación atmosférica muy aptas para ello, pero también se intenta usar misiones de mejor resolución espacial como las destinadas a estudiar la superficie. Un buen resumen de las técnicas y misiones utilizadas se encuentra en este trabajo de Jacob et al.. La relativamente débil huella del metano en la radiación que llega de la tierra hace que se estudie con baja resolución espectral (del orden de km) o en detalle para grandes emisiones. MethaneSAT tiene la ambiciosa idea de cubrir en buena medida ambos casos.
Copernicus tiene por supuesto capacidades de medir metano. En el primer caso (medidas globales con baja resolución espacial) el protagonista es Sentinel 5p (y próximamente su evolución Sentinel-5). En el segundo caso (detección y cuantificación de grandes emisiones) se pueden usar contributing missions como PRISMA; e incluso se está analizando cómo usar Sentinel-2, cuya cobertura espectral solo marginalmente es útil para monitorizar metano. En este trabajo de Javier Gorroño y colaboradores podéis analizar cómo se haría ( https://doi.org/10.5194/amt-16-89-2023 ). Comprobaréis que es un trabajo complejo, y que lógicamente el éxito depende del flujo de metano emitido, las condiciones meteorológicas, y la reflectividad del entorno; que nadie espere algo parecido a un NDVI para localizar metano con Sentinel-2 (ni siquiera para sensores con una configuración espectral apta).